Cuando trate con criptos inevitablemente deberá lidiar con algunos términos y frases. El término "Prueba de Trabajo" (en inglés Proof of Work o su acrónimo PoW) probablemente sea uno de ellos. Es una forma de prueba criptográfica esencial para la existencia del oro digital - Bitcoin.
Si imagina transacciones entre usuarios, probablemente piense en Persona A enviando dinero a Persona B a través de un banco. El emisor introduce un monto, y el banco deduce esa cantidad de su cuenta y la envía a la cuenta del receptor. Lo que está imaginando es conocido como sistema centralizado, donde una entidad central se encarga de supervisar y validar las transacciones.
La descentralización es lo opuesto a la centralización y es la clave de las criptomonedas. En este tipo de sistema, todos los usuarios pueden ver y rastrear todas las transacciones y no uno sino toda la red de usuarios es responsable de validar y ejecutar las transacciones. La idea de no tener intermediarios o terceros entre el emisor y el receptor es el principal atractivo de las criptomonedas. ¿Pero como es posible asegurar que los usuarios se mantengan honestos y no intenten manipular datos en su beneficio?
Aquí es donde entra la prueba de trabajo. Este protocolo es utilizado por criptomonedas, en particular Bitcoin, para validar las transacciones que se procesan en la red. Tal vez una mejor manera de entender tal prueba, es verla no como una forma de procesar transacciones, sino como una forma de comprobar que la información en la red no está manipulada o es fraudulenta. Y la forma en que este mecanismo de validación funciona es clave para asegurar la protección y confiabilidad de las criptomonedas que lo utilizan.
La prueba de trabajo fue creada y se utiliza con el objetivo de asegurar que toda la información es validada. La base de la prueba de trabajo, son los mineros que realizan el "trabajo". El trabajo de los mineros, llamado minería, es esencial para la existencia de algunas de las criptomonedas más populares. Este trabajo consiste en generar una cadena de caracteres (hash) y adaptarla al hash actual del bloque.
En términos simples, cuando los usuarios realizan transacciones, estas son recogidas y almacenadas en un bloque, que es donde se guarda la información blockchain. Luego, los mineros revisan las transacciones en dicho bloque y verifican su validez. Esta verificación se realiza mediante la resolución de acertijos computacionales o matemáticos que son difíciles de resolver pero fáciles de validar. Si un minero encuentra la solución a un acertijo, puede actualizar la blockchain.
El sistema de Prueba de Trabajo se basa en la competencia entre mineros para resolver acertijos y emitir nuevos bloques a la red, ya que esta es la forma en que bloques válidos son añadidos a la blockchain. Este proceso requiere no solo rapidez, sino también mucho esfuerzo y fondos de cada minero, por el hecho de que la tecnología para minar Bitcoin no solo es costosa, sino que utiliza mucha energía eléctrica.
¿Podría estar pensando, que ganan los mineros con esto? Si un minero es el primero en encontrar la solución correcta para un acertijo, obtienen una cantidad predeterminada de Bitcoin en retorno por su trabajo. Aunque esta compensación continúa reduciéndose cada año, siendo alrededor de 50 BTC en los comienzos del Bitcoin a tan bajo como 6.25 BTC en 2020. Es importante aclarar que incluso la recompensa actual de 6.25 BTC no es sencilla conseguir, ya que las posibilidades de encontrar el hash (Solución del acertijo) correcto es cercana a 1 en 20 billones.
Tal vez haya escuchado que la Prueba de Trabajo requiere mucha energía eléctrica, tiempo y poder informático para ser efectiva. Esto, en parte, afecta la escalabilidad de este protocolo de consenso. Por ejemplo, se estima que el consumo anual de energía utilizado para minar Bitcoin es similar al utilizado por países como Tailandia, Finlandia o Suiza. Por otro lado, la seguridad del protocolo, es innegable y ha probado superar la prueba del tiempo.
Aquí, sin embargo, es donde debemos mencionar la Prueba de Participación (Proof of Stake - PoS). La que probablemente sea la segunda criptomoneda más conocida, Ethereum, tiene planes de cambiar el mecanismo de consenso para validar sus transacciones a prueba de participación. Esto es debido a que al igual que PoW, PoS también posee un alto nivel de seguridad y confiabilidad, y además consume menos energía que PoW. La prueba de participación es una forma de consenso más barata y amigable con el medio ambiente y es por esto que a la mayoría de usuarios de Ethereum les gustaría utilizarla en el futuro.
La Prueba de trabajo es un mecanismo de consenso que posibilita que los mineros agreguen nuevos bloques a la blockchain solo después de haber producido trabajo computacional para probar su validez. Esta manera de validar transacciones permite a las criptomonedas ser descentralizadas. Este consenso, primeramente utilizado por Bitcoin, ha demostrado ser confiable y seguro. No obstante, la prueba de trabajo requiere una gran cantidad de energía. Este consumo elevado de energía es por lo que algunas criptomonedas, el caso más notable es Ethereum, están optando por la prueba de participación como su mecanismo de consenso.